Conversión de San Pablo
Fue, sin duda, un gran acontecimiento y como tal lo celebra la Orden dominicana. Muchos conventos nacieron y viven bajo el patrocinio del apóstol Pablo; el de Valladolid se honra de él, por más que a san Gregorio Magno se le haya otorgado recientemente igual titularidad. Lo importante del caso es que hoy, los frailes de San Pablo y san Gregorio de Valladolid han amanecido bendecidos “a la manera paulina”. Cuál sea esta manera desborda éste y otros más amplios espacios. Yo me quedo con una concreción que, a modo de conclusión resume Josef Holzner, uno de sus más preeminentes biógrafos. “…No tiene ninguna importancia, escribe Holzner, el querer o el correr del individuo, sino que todo depende de la misericordia de Dios”. Toda conversión es fruto de esa misericordia anticipada que cabalga con fogosidad callada; y, disimulando discretamente su ventaja, te deja pensar que esa misericordia es el fruto de tu “heroica decisión”…. La conversión de san Pablo, como incluso nuestra modesta conversión, es una fiesta. Nosotros, desde nuestra fiesta conventual la celebramos, y os invitamos a participar en ella.
Fr. José Luis Gago O.P.